
El primer enigma es cómo va a afectar esta muerte a Fernández a nivel personal, o sea -traducido políticamente- si va a interferir con su labor presidencial y política.
Más allá de la cuestión emocional, los imperativos políticos son claros.
Argentina está a un año de elecciones presidenciales, el kirchnerismo dividió a la sociedad entre apasionados seguidores e igualmente fervorosos detractores.
Líderes sindicales han dicho que apoyan la reelección de Cristina Fernández.
El enigma es si Cristina seguirá el rumbo previo o adoptará un perfil que, entre los comentaristas de medios opositores, se ha definido como más negociador o menos confrontativo.
Según el analista político José Natanson, autor de “La nueva izquierda”, un detallado análisis de las alternativas de izquierda en la América Latina del siglo XXI, la continuidad del rumbo gubernamental está garantizada.
“Desde el punto de vista de la gestión no hay mucho enigma porque la economía está ordenada, el estado tiene superávit, la calle está tranquila, el gobierno está funcionando hace ya tres años con una continuidad a nivel ministerial”, le dijo a BBC Mundo Natanson.
Para el analista, el gran enigma es el peronismo.
“La pregunta es quién se va a ocupar de hablar con gobernadores, intendentes y diputados peronistas. Eso Cristina nunca lo hizo. Nestor Kirchner se encargaba de esa parte fundamental de diálogo con los caciques del peronismo”, añadió.
Pare ser que Cristina es la mas adecuada en hacerse cargo ya que tiene varias historias junto a Nestor y a adquirido bastante experiencia de lo que se encargaba su esposo.
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